Entrevista a Carolina Vera, Vicedecana

 

 “Me sentiría satisfecha si Exactas fortaleciera su proyecto institucional y que todos los investigadores se sintieran parte”

 

Por Susana Gallardo y Julia Pettinari

 

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Carolina Vera es doctora en Ciencias de la Atmósfera, profesora adjunta en el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigadora del Conicet. Su tema de trabajo es la variabilidad y el cambio climático, y en los últimos tiempos centró su estudio en la influencia de fenómenos remotos sobre el clima de Sudamérica, por ejemplo el fenómeno que se conoce como “El Niño”. Es vicedirectora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) y, desde marzo de 2006, es la primera vicedecana de la FCEyN. Además de numerosos artículos de investigación, acaba de publicar, junto con su colega Inés Camilloni, el libro El aire y el agua en nuestro planeta, en la colección Ciencia Joven de Eudeba. Tiene 44 años y dos hijos, Juan de 16, y Lucía de 11.

 

 

Química Viva: ¿Cómo surge la decisión de postularse para el cargo de vicedecana?

 

Carolina Vera: En los últimos años dediqué parte de mi tiempo  a la coordinación de programas científicos en Sudamérica y el hemisferio sur. Le dediqué mucho tiempo a esa tarea, que dio sus frutos, porque mejoró mucho la interrelación entre los grupos de investigación. Pero me parecía que estaba trabajando mucho tiempo hacia afuera, y tenía ganas de volver a colaborar con la gestión de la Facultad. Mi primera intención fue participar del Consejo Directivo. No había tenido esa experiencia. Luego Jorge Aliaga (el actual decano) me propuso acompañarlo en la gestión. Al principio me parecía que estaba quemando demasiadas etapas juntas. Pero me entusiasmé, porque Jorge es una persona muy trabajadora, tiene mucha visión, y me daba gusto acompañarlo.

 

 

QV: ¿No había sido miembro del consejo departamental (Codep)?

 

CV: Sí, fui miembro del Codep, y soy vice-directora del CIMA. Y afuera tuve responsabilidades de coordinación de programas de investigación. Pero hacia la Facultad, hacia el Decanato, no había participado.

 

 

QV: ¿Es la primera mujer que logra ser vicedecana por elección?

 

CV: Ha habido decanas en otras Facultades, vicedecanas y también una vicerrectora. Pero en Exactas, al menos según la gente del Programa de Historia, no hay registros de una mujer en el Decanato. Pero es bueno marcar también que en las secretarías hay mayoría de mujeres. Sólo el secretario de Investigación y el subsecretario de Extensión son de sexo masculino.

 

 

QV: ¿Esta mayor presencia femenina tiene un significado especial, o implica algún cambio?

 

CV: Quiero destacar que soy la primera mujer vicedecana, pero también la primera meteoróloga, lo cual no es poco, después de Rolando García (decano desde 1963 a 1966, y también meteorólogo). De todos modos, creo que en nuestra Facultad no hay diferencia entre hombres y mujeres en la gestión ni en la toma de decisiones.

 

 

QV: En la planta docente hay mayoría de mujeres, por eso llama la atención que sea la primera vez que hay una mujer en el Decanato.

 

CV: Es algo que se está dando en forma gradual. Actualmente, de las nueve o diez personas que están a cargo de la gestión, sólo tres son varones. Por lo menos aquí las cosas están cambiando. En el Conicet, no pasa eso, y tampoco en otras áreas y otras instituciones. Incluso en la meteorología, en el exterior es una disciplina con predominio de hombres, a diferencia de nuestro departamento, donde las mujeres somos mayoría.

 

 

QV: Esta presencia femenina, ¿le puede dar un tono diferente a la gestión?

 

CV: Por un lado, pienso que el hecho de ser mujer hace que otras mujeres se acerquen con mayor facilidad, tienen una sensación de cercanía o de inmediatez. Pero, por otro lado, creo que la diferencia se da no tanto por el género, sino por la edad. Cuando vamos con el decano a las reuniones en del Rectorado, nosotros somos los más jóvenes. Lo que rescato es el desafío generacional que esto representa. Sin embargo, cuando Rolando García fue decano era más joven que nosotros.

 

QV: ¿Cómo se concilian las responsabilidades familiares, la investigación y la tarea de gestión?

 

CV: Desde el inicio de mi carrera científica y académica, he concentrado parte de mi tiempo  en tareas por el bien común. Ahora viajo menos, pero tengo más reuniones. Mi día empieza temprano, dejo a mi hija en la escuela y vengo a la Facultad. Y me puedo llegar a quedar varios días hasta las 8 de la noche. Trato de optimizar el tiempo al máximo. Como me muevo con una notebook, y ahí está todo mi trabajo, cuando tengo un momento, me pongo a trabajar. Pero también defiendo mi tiempo personal, y trato de encontrarlo. Por ejemplo, el fin de semana, me levanto temprano y me pongo a trabajar, pero cuando todos se despiertan, cierro la computadora, y me dedico a la familia.

 

 

QV: ¿Tuvo que renunciar a algo, por ejemplo a la investigación?

 

CV: Antes quizás podía tener muchos más estudiantes, muchas más líneas abiertas, con mucha más gente que dependía de mí. Y ahora no puedo mantenerlo, sería irresponsable, no me gustan los directores que no pueden dedicarle tiempo a los estudiantes. Yo los sigo mucho. Entonces reduje el número de personas que están colaborando conmigo. Trato de mantener las reuniones con ellos por la mañana, en que hay mayor tranquilidad.

 

 

QV: ¿Cuál es el proyecto para esta gestión?

 

CV: Nosotros trabajamos mucho en equipo, tanto con el decano y los secretarios como con los consejeros. Es un grupo de gente con la que me siento cómoda. Si bien intento contribuir en todos los temas que se presentan, me he concentrado particularmente en la parte académica. Una de las ideas es promover programas interdisciplinarios de formación. Hasta ahora los doctorados dependen mucho de los departamentos, pero ciertas investigaciones atraviesan los departamentos, porque se encaran los temas tomando distintos elementos de varias disciplinas. La estructura de los programas de doctorado es muy rígida, y hay mucho por hacer. En este sentido, Rolando García nos dijo algo clave: “los departamentos ya están obsoletos, hay que ir a los programas”. Por ejemplo, uno tiene un objeto de estudio, pero puede ser que varios departamentos confluyan en él. La idea es trabajar en ello. Quizás se pueda empezar con unos pocos, que sean casos testigo, para después ver si es necesario generalizar la estructura. Otro de los temas pendientes son los planes de estudio.

 

 

QV: Que también están orientados desde el punto de vista de los departamentos…

 

CV: El problema es que la gente es muy reacia al cambio, se preguntan “¿dónde va a quedar mi materia?” Pero se requieren cambios profundos. Esa es otra meta que tenemos. En general, lo que me interesa es no sólo mejorar la relación entre departamentos, sino también la relación entre éstos y el Consejo Directivo y las secretarías. Puede suceder que se tomen decisiones que tal vez se opongan a las expectativas de un departamento, por ejemplo, pero, si bien debe primar lo que sea mejor para la Facultad, también esas decisiones pueden tomarse con una interacción mayor con los involucrados. Es una manera de encarar la gestión que nos hemos propuesto y lo llevamos a cabo con ciertos temas, como los concursos, o la planificación de infraestructura.

 

 

QV: ¿Hay una iniciativa sobre una comisión de derechos humanos?

 

CV: Creemos que el tema de derechos humanos es muy importante, lo iniciamos con los actos del 24 de marzo, lo hemos continuado y una de las actividades que estamos realizando es la depuración de las listas de desaparecidos de esta Facultad. Cuando era estudiante participé en la elaboración de esa lista, en los años 82 y 83. Allí se incluyeron algunos nombres de investigadores que luego se supo pertenecían a otras universidades. Entonces se está mejorando esa lista, lo cual no quiere decir que borremos la anterior. La razón de esto es que ahora hay en marcha varias causas penales (la causa Esma, por ejemplo), y algunas instituciones se están presentando como querellantes. Si nos presentamos como querellantes, esa lista necesita ser depurada. Hay también otros temas de derechos humanos en carpeta, que vamos a difundir pronto.

 

 

QV: ¿Cómo ve la vinculación de la Universidad en general, y de la Facultad en particular,  con la sociedad? ¿En qué temas cree que debe involucrarse?

 

CV: El concepto de universidad con que nos manejamos, y que tenía auge en la década del 60, tiene tres patas: la enseñanza, la investigación y la extensión. Esta última se refiere a la relación con la sociedad, y a la posibilidad de que la universidad directamente pueda resolver problemas de la sociedad. En tal sentido, una de las cosas que iniciamos es el proyecto Exactas con la sociedad. Como la Facultad tiene recursos propios, se tomó la decisión de tomar parte de esos recursos para financiar estos proyectos. Hubo una convocatoria y se presentaron más de veinte proyectos.

 

 

QV: ¿Cuál es el propósito del proyecto?

 

CV: El propósito es desarrollar una investigación, o una actividad de docencia, que tenga una contraparte en la sociedad. Pueden participar estudiantes o docentes de la Facultad y personas o instituciones de la sociedad, puede ser un barrio. No hemos definido temas prioritarios. La idea es hacer actividades que generen un cambio sustancial. Lo único que existió parecido fue UBANEX que hizo la secretaría de Extensión de UBA. Además, dado que se generó una buena sinergia entre Exactas y las Facultades de Sociales, Filosofía y Letras y Arquitectura, y en todas ellas, el tema de extensión es considerado como muy importante, la idea es avanzar juntos en esa dirección. También va a haber unas jornadas en septiembre, donde las cuatro Facultades plantean el tema y se obtendrán conclusiones para definir prioridades.

 

QV:  ¿El acercamiento al secundario también tiene que ver con este objetivo?

 

CV: El tema de la orientación vocacional, que funciona en la Facultad desde hace un tiempo, es otro de los temas prioritarios que queremos fortalecer. A partir de la Ley de Educación queríamos discutir el rol de la Universidad en la formación de los docentes secundarios. Hay iniciativas en algunos departamentos. Pero queremos ver si desde la Facultad se le puede dar una integración a esto.

 

 

QV: ¿Cómo ve el actual conflicto de la UBA y cómo afecta a la Facultad de Exactas?

 

CV: El conflicto en la UBA generó una crisis que es lógico que se diera. Durante mucho tiempo se han mantenido estructuras y situaciones que en algún momento iban a colapsar. La elección del rector disparó esos conflictos que estaban latentes. Es malo que no se pueda llegar a una solución. Pero lo bueno es que esto generó una discusión del modelo de Universidad que quizá no se hubiera dado. Esta Facultad es lo que más se parece al ideal de Universidad que había en los 60. Por ejemplo, el concepto de profesor investigador, así como los concursos transparentes y periódicos. La planta de profesores por concurso es la más alta de la Universidad, y eso hace que la calidad de esos profesores sea evaluada en forma permanente, y mejorada. No tenemos docentes ad honorem, hasta los auxiliares los concursamos. Es decir, hemos ido cumpliendo con ese modelo de Universidad pero es necesaria una actualización. un replanteo, que tenga en cuenta realidades que no existían hace cuarenta años.

 

QV: ¿Considera que se trata de una crisis política?

 

CV: Es una crisis política, y obviamente institucional. Pero esto no significa que la institución no haya seguido trabajando. Actualmente, el problema serio es el presupuesto, que no fue aprobado, y lograr que la asamblea se realice para elegir el rector y para iniciar el proceso por las reformas del estatuto.

 

 

QV: ¿Cómo cree que se puede solucionar el problema del rector?

 

CV: Una de las cosas que hay que rescatar es que nuestro decano, junto con los de Filosofía y Letras, Sociales y Arquitectura fueron los únicos que llevaron propuestas con una intención de promover el diálogo, y esas propuestas fueron las únicas que dieron resultado. Siempre estuvimos en el medio de situaciones extremas, y nuestra Facultad siempre tendió a encontrar una salida institucional. Ahora el diálogo se está ampliando a una mayor cantidad de sectores. Esa es la manera, tratar de ponernos de acuerdo. Lo mejor es no apurar el proceso e ir tema por tema. Ahora la Facultad y los decanos se pusieron de acuerdo en avanzar en estos dos temas principales: el presupuesto y que se haga la Asamblea. Siempre nos opusimos a que un sector imponga sus ideas sobre el resto, aun teniendo mayoría.

 

 

QV: ¿Cuáles son las responsabilidades específicas del vicedecano?

 

CV: El vicedecano es un consejero, la primera responsabilidad es su actuación en el Consejo Directivo. Y la otra es reemplazar al decano en todas esas actividades que él no pueda realizar, por ejemplo porque está de viaje, desde las cotidianas, como una jura, o presidir el Consejo Directivo, hasta colaborar en representación de la Facultad en el Consejo Superior, lo que lleva bastante trabajo. Y después, todo lo que uno quiera desarrollar. No tiene la carga administrativa que tiene el decano ni los secretarios, que deben firmar expedientes.

 

QV: ¿Qué cosas se podrán lograr de aquí a que termine la gestión?

 

CV: El plan de obras, mantenimiento e infraestructura. Eso es un cambio importante. La Facultad, en las últimas gestiones, ha mejorado mucho su funcionamiento interno, el tema de concursos y la parte administrativa, pero falta mucho por hacer en la infraestructura edilicia, debido a la falta de presupuesto. Otro punto importante es el tema académico: planes de estudio, la reformulación del doctorado y el análisis de las maestrías, que han crecido desordenadamente sin un marco adecuado. También el tema de extensión. En relación con la investigación, los grupos pueden trabajar bien, obtienen fondos y subsidios para realizar sus tareas. Pero, en relación con la infraestructura, debemos lograr que puedan trabajar en las mejores condiciones posibles, y generar nuevos espacios, para poder incorporar nueva gente. Otro tema es la vinculación tecnológica. Para esta gestión es muy importante la relación con el sector productivo, privado o público. Y se está avanzando en esa línea. Ahora se abre una convocatoria a proyectos de incubadora de empresas. Ya hubo, pero ahora se abre una nueva. La secretaria de investigación adjunta, Laura Pregliasco, está concentrada en este tema. La novedad en esta gestión, es que los secretarios adjuntos no solo colaboran con los secretarios, sino que tienen una tarea específica. Por ejemplo, la secretaría académica adjunta se ocupa de concursos, y cotidianamente sigue todos los concursos. Y en la Secretaría de Investigación, el secretario adjunto fue designado para que se ocupe en particular de la vinculación con la empresa.

 

 

QV: ¿Cuál es la postura respecto de la divulgación de la ciencia?

 

CV: Esta gestión está muy interesada en la divulgación de la ciencia. Lo que notamos es que hay muchos esfuerzos individuales, por ejemplo, esta revista (QuímicaViva), también en el departamento de Física hicieron cosas interesantes en la WEB, que están dispuestos a extender. Y el trabajo que realiza el Centro de Divulgación Científica de la Facultad. Deberíamos juntar a todos los actores. Se necesita mejorar la centralización de todo lo que se está haciendo.

 

QV: ¿Qué es lo más importante que quisiera cumplir?

 

CV: Lo que quisiera es que esta gestión pudiera fortalecer los lazos internos, estaría satisfecha si cualquier investigador siente que la Facultad lo apoya. Y que la Facultad tenga una voz más clara hacia afuera. A veces Exactas tiende a aislarse, porque estamos bien y tenemos buenas relaciones con el exterior, pero nos falta mejorar la relación con la ciudad, con la sociedad. Al menos ya hemos iniciado buenos diálogos con el Gobierno de la Ciudad.

 

 

QV: ¿Cómo se logra el fortalecimiento de los lazos internos?

 

CV: Encarando nuevos proyectos que involucren a todos, ya sea en temas académicos o científicos. Es una forma de trabajar y pensar la Facultad, que se tiene que plasmar en las actividades particulares de las que estuvimos hablando. Así como se ve la Universidad como un consorcio de Facultades, no quisiera que Exactas fuera percibida como un consorcio de departamentos, sino que tenga una entidad. Para ello habrá que atravesar la barrera de los departamentos.

 

 


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Revista QuímicaViva
Número 2, año 5, agosto 2006
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