Profesora Doctora Aída Pesce de Ruíz Holgado (1926-2012)

Graciela Savoy 1,2 y Graciela Vignolo1

1Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA-CONICET)

2Cátedra de Microbiología Superior. Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, Universidad Nacional de Tucumán. San Miguel de Tucumán

gsavoy@cerela.org.ar

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Figura 1. Doctora Aída Pesce de Ruíz Holgado

Nació en la ciudad de San Miguel de Tucumán, en el seno de un hogar constituido por sus padres y dos hermanas. Se recibió, en la UNT, como Farmacéutica en 1949 y como Bioquímica en 1952. Posteriormente, obtuvo el título de Doctora en Farmacia y Bioquímica en 1953 con la calificación Magna cum laude. Desde 1964 fue Profesora Titular de la cátedra de Microbiología Clínica de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia (UNT) y desde 1976, fue investigadora del Conicet, en las categorías Independiente, Principal y Superior, centrando sus investigaciones en Microbiología de bacterias lácticas.

Se desempeñó como directora del Instituto de Microbiología Dr. Luis C. Verna de la UNT. Fue decana de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia (UNT), Vicerrectora de la UNT y miembro del Directorio de CONICET. Su designación, en el área de ciencias biomédicas, representó la primera presencia femenina en el Directorio del CONICET. Por su trayectoria científica y académica recibió numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Konex en Bromatología, Nutrición y Tecnología de los Alimentos en el año 1993.

El legado más importante de la Dra. Pesce de Ruiz Holgado fue la creación en 1976, junto al Dr. Guillermo Oliver, del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) promoviendo el desarrollo de investigaciones científicas en bacterias lácticas y su aplicación biotecnológica en alimentos, agroindustrias, salud humana y animal, siendo una visionaria en esta área. Desde su fundación se formaron generaciones de científicos, se produjeron decenas de tesis doctorales y se publicaron cientos de trabajos en revistas internacionales. La transferencia al sector productivo, durante su gestión, se reflejó en los productos “Leche Bio” (Leche fermentada bioterapéutica), “Bioflora” (Probiótico reconstituyente de la microbiota intestinal), entre otros. La Dra. Pesce de Ruiz Holgado poseía una envidiable energía que le permitió, entre otras actividades, la organización de la Filial Noroeste de la Asociación Argentina de Microbiología (AAM) siendo su primera Presidente desde 1963 a 1971. Integró Academias Nacionales de Ciencias: Medicina y Agronomía y Veterinaria e Internacional: la American Academy of Microbiology.

Además de todas las enseñanzas en microbiología clínica y de los alimentos dejadas a muchas generaciones, fue un ejemplo de valores no demasiado fáciles de hallar. Su falta de egoísmo y su calidez marcaron también sus enseñanzas para muchos; nunca hablaba de sí misma sin nombrar a quienes la rodeaban con expresiones como “este trabajo no es solo mío sino que existe todo un grupo por detrás”. Los logros o éxitos en su vida los atribuyó a diversas circunstancias que la condicionaron como la suerte de hacer aquello que le gustó, la docencia y la actividad en el área científica, así “logramos dos cosas, además de sentirnos felices, nuestro trabajo rinde más frutos y la proyección de servir, ayudar, conducir, y sobre todo contribuir a formar, se vuelve efectiva. Tuvo en su vida siempre presente: su familia, sus maestros y sus colaboradores. En la primera etapa su madre, que con el ejemplo modeló el aspecto humano, a través de su conducta y enseñanzas que le dejaron marcas (su padre falleció prematuramente); luego su marido y sus cuatro hijos, además de sus hermanas quienes le brindaron su cariño. Otro de los pilares que contribuyeron a su formación y de quienes recibió testimonios de ejemplos de vida, fueron sus maestros: la Sra. Carmen Porrúa de Olavarría, Rectora del Liceo Nacional de Señoritas, con quien tuvo un trato diario durante su desempeño como Secretaria de dicho establecimiento; luego en el período universitario, el Dr. Luis C. Verna que fue su maestro y el motivador de su iniciación en la investigación microbiológica con quien compartió trabajos, colaboró en la docencia y recibió sus enseñanzas de hombre de bien y su bonhomía. Posteriormente, el Dr. Carlos Landa a quien acompañó durante cuatro años en la conducción de la Universidad Nacional de Tucumán.

La Dra. Aída Pesce de Ruiz Holgado aconsejaba que el trabajo se deba realizar con seriedad, honestidad, vocación y decisión. Consideraba que una persona capacitada siempre encuentra su lugar, sin importar su sexo, siendo su constancia, inteligencia, habilidad y gracia las condiciones personales que le permitieron conseguir los objetivos propuestos. Además consideraba que la persona no sólo debe alimentarse de la ciencia sino de la fe. En este sentido integró activamente un grupo de la Acción Católica. Pero no sólo la actividad académica-científica fue su pasión, disfrutaba de la música clásica y le gustaba cocinar postres y platos especiales para compartirlos con su familia y amigos que por su calidez humana supo conquistar.

Para quienes la conocimos, Aída fue una persona entrañable y memorable

Graciela Savoy es Investigadora de CONICET y Profesora de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán y Graciela Vignolo es Investigadora de CONICET


ISSN 1666-7948
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Revista QuímicaViva
Número 3, año 14, Diciembre 2015
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