SARS: una nueva amenaza mundial          por Julia Pettinari

16/5/03

 En noviembre del año pasado se registraron varios casos de una nueva y letal enfermedad en la provincia de Guangdong, China. Se trataba de una forma severa de neumonía de rápida diseminación,  y con síntomas similares a los de la gripe, que se extendió a otras partes de China continental y  luego a Hong Kong. A mediados de Abril de este año ya se habían registrado casos en todo el mundo, sumando un total de 3547 personas infectadas, de las cuales aproximadamente 500 murieron. 

El día 12 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió por primera vez en su historia un alerta global a causa del SARS, y desde ese día emite partes diarios con la situación de la enfermedad en las diferentes partes del mundo en donde se han registrado casos. Hasta el día de ayer (datos de la OMS correspondientes al 15/5/03) se registraron  7699 personas infectadas, y 598 muertes por la enfermedad en todo el mundo.     

En los años 80, la identificación del virus HIV como la causa del SIDA demoró dos años. En el 2003, la OMS creó una extraordinaria red formada por 13 laboratorios de 10 países, que logró identificar el virus causante del SARS en dos semanas,  y obtuvo la secuencia completa de su genoma en las dos semanas posteriores. Estos laboratorios, en un trabajo de colaboración sin precedentes, compartieron sus conocimientos obteniendo resultados que benefician a toda la humanidad (1).

¿Qué es el SARS?

El nombre SARS deriva de las iniciales del nombre en inglés del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (Severe Acute Respiratory Syndrome). Para conocer su etiología, al poco tiempo de la aparición de la enfermedad, numerosos grupos de virólogos de todo el mundo se abocaron a la tarea de identificar a su agente causal. En marzo de este año se logró identificar  al agente responsable, se trataba de un nuevo coronavirus al que se le dio el nombre de SARS-CoV. Su presencia se pudo detectar en las muestras de pacientes infectados, en los que se encontraron también anticuerpos específicos para dicho virus.

¿Qué son los coronavirus?

Son una familia de virus envueltos, cuyo genoma está compuesto por ARN de cadena positiva, y tienen un amplio espectro de huéspedes.  Algunas infecciones de estos virus en el hombre, el ganado o las aves causan enfermedades respiratorias, mientras que otras infecciones en roedores, gatos, cerdos y ganado producen enfermedades entéricas (diarreas).

¿De dónde proviene el virus del SARS?

Ya se han obtenido las secuencias de los genomas de varios aislamientos de SARS, cuya comparación con las secuencias de otros virus similares arrojó la conclusión de que se trata de una cepa patógena nueva y que no ha surgido de una simple recombinación entre cepas ya conocidas de origen humano, o, como se especulaba al principio, de los animales (2).

Un estudio epidemiológico preliminar basado en los casos de SARS ocurridos en Hong Kong entre el 26 de febrero y el  15 de abril de 2003 (3) permite establecer algunas conclusiones preliminares acerca de la epidemiología de esta nueva enfermedad.

¿Cómo se contagia?

La principal vía de contagio registrada es el contacto directo con una persona infectada a través de microgotas, pero también se ha descripto la transmisión por vía fecal. En la mayoría de los casos las personas infectadas se pueden agrupar en un período y una ubicación geográfica determinada, normalmente asociada a un individuo infectado ó a un lugar, como en el caso particular de un edificio de departamentos de un barrio de Hong Kong, ó a un entorno hospitalario. 

Afortunadamente parece ser un virus mucho menos contagioso que la gripe (influenza).

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma principal de la enfermedad, que se manifiesta en la mayoría de los casos, es fiebre alta y un dolor de pecho acompañado por un acortamiento de la respiración, que son síntomas parecidos a los de un ataque asmático. Otros síntomas observados son similares a los de la gripe, tales como dolores musculares, de cabeza y garganta, escalofríos y mareos, y también se ha observado en un porcentaje menor la aparición de diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

¿Cuál es el período de latencia?

La mayoría de los pacientes presentaron síntomas dentro de los 5 días de haber tenido contacto con el virus, y en algunos casos la aparición de los síntomas se produjo unas dos semanas después. El período de latencia parecería depender de la vía de transmisión y de la dosis infecciosa recibida por el individuo. La cantidad de partículas virales necesaria para causar la infección aún no se conoce.

¿Cuál es la tasa de mortalidad?

La tasa de mortalidad, al igual que en el caso de la gripe, varía mucho según la edad de los pacientes. En el estudio epidemiológico realizado en Hong Kong hasta mediados de abril se observó que en las personas menores de 60 años, la tasa de mortalidad estaba entre el 13 y el 14%, mientras que entre los mayores de 60 años llegaba a ser mayor del 40%, similar a la mortalidad observada en infecciones  por virus Influenza. Los datos más recientes sugieren que las tasas de mortalidad son menores. Se debe tomar en cuenta que estos valores están calculados sobre los casos en los que los pacientes concurrieron a un centro de salud con síntomas de la enfermedad. Aún se desconoce si una parte de las personas infectadas desarrolla sólo síntomas leves o no presenta ninguno, por lo que no concurrirían a realizar la consulta al hospital. Si el número de estas personas fuese significativo, las tasas de mortalidad serían mucho menores.

A medida que se conoce mejor el virus se pueden diseñar métodos de diagnóstico que permitan la detección rápida y precisa de los nuevos casos, posibilitando un rápido tratamiento de los pacientes y evitando sucesivos contagios. Además, también se podría determinar si existen, en la población de las áreas afectadas, personas que no desarrollaron la enfermedad a pesar de haber tenido contacto con el virus.

¿Qué medidas se toman para controlar la epidemia?

Las medidas que se están tomando en la actualidad se basan en la detección temprana y el aislamiento de los posibles casos. Mediante esta estrategia se ha logrado contener en cierta medida la epidemia, y se observa una disminución en la aparición de nuevos casos a lo largo del tiempo, lo que indicaría que las medidas que se han tomado hasta el momento han resultado adecuadas. El objetivo de la Organización Mundial de la Salud es prevenir que el SARS se establezca mundialmente como una nueva enfermedad humana, y los resultados obtenidos indican que dicho objetivo se estaría cumpliendo.

Paralelamente, hay  varios grupos de investigadores en el mundo trabajando en la elaboración de una posible vacuna. El estudio del genoma de los diferentes aislamientos del virus permitió determinar, por ahora, que su tasa de mutación no es demasiado alta,  lo que facilitaría el desarrollo de una vacuna efectiva.  Además, se están realizando investigaciones tendientes a desarrollar drogas que permitan bloquear la replicación del virus  SARS-CoV. La reciente caracterización de la proteasa principal del virus (3CLpro ) (4), y pruebas realizadas con drogas utilizadas para combatir el resfrío común, parecen indicar que pronto se dispondrá de drogas adecuadas para tratar las infecciones de SARS.

 

Fotos tomadas del sitio de la Organización Mundial de la Salud

Coronavirus del SARS aislado en células FRhK-4. Microfotografía de sección fina (A) y partículas virales con tinción negativa (B).

 

Fuente:
Department of Microbiology,
The University of Hong Kong and the Government Virus Unit,
Department of Health,
Hong Kong SAR China

 

Referencias:
 

1. Lessons from SARS. Barry R. Bloom. Science 300, 701 (2 May 2003). [Artículo]

 

2. Ruan, Y. et al. Comparative full-length genome sequence analysis of 14 SARS coronavirus isolates and common mutations associated with putative origins of infection. Lancet, published online, http://image.thelancet.com/extras/03art4454web.pdf, (2003). |Artículo|  

 

3. Donnelly, C. A. et al. Epidemiological determinants of spread of causal agent of severs acute respiratory syndrome in Hong Kong. The Lancet, published online, http://image.thelancet.com/extras/03art4453web.pdf (2003). |Artículo|

 

4. Anand, K., Ziebuhr, J., Wadhwani, P., Mesters, J. R. & Hilgenfeld, R. Coronavirus Main Proteinase (3CLpro) Structure: Basis for design of anti-SARS drugs. Science, Published online, doi:10.1126/science.1085658 (2003). |Artículo|