Terapia génica para calmar el dolor

por Susana Gallardo. 
E-mail: sgallardo@bl.fcen.uba.ar

 Mediante una versión modificada de virus herpes, investigadores estadounidenses inyectaron en ratas un gen que ayudó a calmar el dolor originado en lesiones de los nervios.  La clave está en aumentar en sangre los niveles de un neuromodulador del dolor.

 

Hay ciertos dolores que pueden tornarse insoportables y ni las drogas más potentes son capaces de calmarlos. Se trata del dolor originado en los nervios –denominado dolor neuropático– para el cual la medicina no ha podido hasta ahora ofrecer una buena respuesta. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan en Ann Arbor mostraron que, al menos en ratas, ese dolor puede calmarse con una técnica de transferencia genética.

 

El equipo liderado por el neurólogo David Fink, según el artículo publicado en Annals of Neurology, empleó una versión modificada del virus herpes para transferir a las ratas un gen con la información para producir, en la médula espinal, altos niveles de un neurotransmisor que opera como modulador del dolor.

 La neuropatía, una lesión en el tejido nervioso, es una complicación común de la diabetes y de otras enfermedades. Causa fuertes dolores y aumento de la temperatura y, en consecuencia, significa un gran sufrimiento en el paciente. El más mínimo roce provoca un ardor intolerable similar al de una quemadura. Asimismo, una temperatura templada, que habitualmente brinda una sensación placentera, llega a sentirse como el calor de un horno. Peor aún, el dolor a menudo se produce aunque no haya ningún estímulo. Y los fármacos no brindan una solución efectiva.

Uno de los factores involucrados en la generación del dolor neuropático es la reducción en la médula espinal de un neurotransmisor, denominado GABA (siglas del ácido gamma-amino-butírico), debido a que este compuesto tiene un efecto atenuador en la transmisión nerviosa. Los tratamientos, generalmente, se basan en medicamentos que disminuyan los compuestos que excitan el dolor, como el glutamato, y que aumenten el nivel de los inhibidores o neuromoduladores del dolor como el GABA. En tal sentido, los fármacos más utilizados son los antidepresivos y los que se emplean para evitar convulsiones. Sin embargo, éstos no siempre son efectivos. 

Dado que se sabe que una enzima denominada ácido glutámico decarboxilasa (GAD) puede incrementar la producción de GABA, los investigadores de Michigan se preguntaron si podrían incrementar GABA y aliviar el dolor mediante la adición de un gen que codifica GAD en la médula espinal. 

Como modelo de ensayo, el equipo dañó el nervio ciático de un grupo de ratas, lo cual causó un estremecimiento con estímulos de roce y de calor suave. Para introducir el gen dentro de la médula espinal de los animales emplearon una versión modificada del virus herpes con el fin de que fuera inocuo.

Luego de la inyección debajo de la piel, el virus entró en los nervios periféricos y viajó hasta los centros nerviosos. Un virus herpes normal se replicaría y viajaría desde el nervio hasta la piel, justo en el sitio por donde entró, y causaría dolor. Pero la versión modificada empleada por los investigadores se quedó en los centros nerviosos y allí pudo expresar el gen GAD. De este modo, al producir la enzima GAD, aumentaron los niveles del neuromodulador GABA. 

Las ratas a las que se les inyectó el gen se volvieron menos sensibles al roce y a la temperatura, mientras que las que fueron sometidas a un tratamiento simulado no experimentaron cambios, es decir, mantuvieron su hipersensibilidad. El efecto duró seis semanas y pudo reestablecerse al inocular el virus nuevamente. 

Fink espera iniciar los ensayos clínicos en humanos el año próximo.

   

Fuente:

Shuanglin Hao, Marina Mata, Darren Wolfe, Joseph C. Glorioso, David J. Fink.

Gene transfer of glutamic acid decarboxylase reduces neuropathic pain

Annals of Neurology, Volume 57, Issue 6 , Pages 914 - 918